La gingivitis es una enfermedad de la boca que causa inflamación y sangrado de las encías como consecuencia, generalmente, de la acción bacteriana producida por la descomposición de los restos de alimentos que se acumulan entre los dientes.
Lo más común es que se deba a una mala técnica en el cepillado de los dientes aunque también se puede generar por una mala dieta, ya sea por exceso de hidratos de carbono, o por déficits de vitamina C, calcio, magnesio, antioxidantes y vitamina B12.
Otros factores de riesgo son el estrés, la hiposalivación (tener poca saliva), el consumo de tabaco, y enfermedades endocrinas como la diabetes mal controlada, el síndrome metabólico, la obesidad y alteraciones hormonales en las mujeres.
Esta inflamación está englobada dentro de las conocidas como enfermedades periodontales, siendo la gingivitis el estado más precoz de las mismas, pero que si no se trata, puede evolucionar a una periodontitis (estadio más avanzado y grave), produciéndose el deterioro y posterior destrucción de los tejidos que sujetan los dientes, afectando a las encías, los ligamentos periodontales e incluso el hueso alveolar produciendo una debilidad extrema en la sujeción del diente, que finalmente ocasiona su caída.
¿Cuáles son los síntomas más comunes dela Gingivitis?
La gingivitis generalmente va asociada al enrojecimiento, hipersensibilidad, dolor y sangrado de las encías como síntomas de aviso, aunque también puede darse el caso de que la enfermedad no dé la cara con ninguno de estos síntomas, lo que aumentaría el riesgo, ya que se trata de una dolencia periodontal que, de no tratarse, puede derivar como ya hemos comentado en una enfermedad todavía más grave, la periodontitis.
Por este motivo es muy importante un control periódico por parte del odontólogo con el fin de atajar el problema lo antes posible y evitar consecuencias asociadas a esta dolencia como puede ser mayor riesgo de padecer Diabetes Mellitus, la pérdida de los dientes o la retracción de la encía.
¿Cómo hay que tratar una Gingivitis?
La detección por parte del especialista es muy sencilla, con una simple exploración intraoral y la ayuda de radiografías, el odontólogo puede valorar el grado de afectación de enfermedad periodontal, la posible afectación del ligamento periodontal y del hueso, así como la posible retracción de encías como consecuencia de la pérdida de tejidos de soporte.
El tratamiento de la gingivitis comienza con una buena profilaxis, eliminando toda la placa y los cálculos que se generan entorno a los dientes, eliminando la inflamación, con el fin de que la encía, de una manera natural, vuelva a sellar correctamente el contorno del diente.
De cualquier manera, el mejor tratamiento es la prevención, siempre es preferible practicar una correcta y profunda limpieza de la boca y realizar un control periódico por parte del especialista con el fin de mantener siempre la dentadura en un perfecto estado y evitar, de esta manera, la aparición de la gingivitis y sus posteriores complicaciones.