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Desde que nacemos nuestra marca genética comienza a construirse, no hablo de nuestro ADN, sino la huella de nuestros dientes. Tal vez nunca lo habías pensado, pero nuestras piezas dentales son un prueba clave para definir como somos o como éramos, nuestra personalidad, hábitos alimenticios… Muchas veces la ficción supera la realidad, y esta es una de ellas; en películas policíacas muchas veces se identifica a la víctima por los dientes. Se llega a saber el sexo o la edad, todo gracias al código genético de los dientes.

El código genético de los dientes

En numerosos estudios que se realizan para reescribir nuestra historia y ayudarnos a entender la vida hace cientos de años, se utilizan los restos óseos de los dientes. Hoy en día podemos saber lo que comía, como pensaba o que fabricaba el hombre antiguo a través del código genético de los dientes.

Esto se debe a que la materia que compone la dentadura tiene su origen en el útero materno, lo que significa que nos han acompañado durante toda la vida. La materia de la que están hechas las piezas dentales se forma a partir el tejido embrionario del que proceden nuestras neuronas. Una pieza descolocada o espacios entre piezas dentales nos pueden decir algo que desconocemos por completo.

La ciencia puede a través de la descodificación dental saber la vida completa de una persona. La huella de lo que fue, como afronto la vida sale a la superficie y lo que pasaría inadvertido en la época en la que vivió (enfermedades, dolencias, etc.), ahora puede saberse. Analizando las piezas dentales y su estado se pueden conocer aspectos clave de la forma de ser e incluso entender la vida.

Según un artículo publicado El país digital una vez formados los dientes, salvo por desgaste, rotura o caries, los dientes pintan un fiel reflejo del individuo y la población a la que este pertenece.

Si tú también quieres saber más sobre el código genético de los dientes consulta el artículo completo en El país digital